Me cuentan que lo compraron los británicos en el siglo XVIII para enterrar a los suyos, los que se morían en España y que no fuesen católicos. El primer enterramiento es de 1854. Está en el Barrio de Carabanchel y ha quedado arrinconado en medio de edificios. La mitad de las lápidas y cruces están rotas y rara vez se produce algún enterramiento. Desde luego no se parece mucho al cementerio que estamos acostumbrados a ver, pues hoy, día de los muertos apenas yacían flores sobre las lápidas...
Me cuentan más historias, pero me dicen que no las puedo contar . De camino a casa un poco de arte callejero y unos buñuelos de San Onofre, que están deliciosos pero son malísimos para la dieta
Mery creo que ya lo he arreglado. Prueba ahora...besos
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