El agua se necesita y mucho, y siempre que viene es bienvenida, pero cuando llega en forma de catástrofe como lo ha hecho hoy ya no sabes que pensar.
He estado en Sádaba, un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza donde el día comenzó con el río arrasando todo lo que encontraba en su camino, bueno en su camino y lo que no era su camino pues su caudal era de tal magnitud que se llevó por delante absolutamente todo.
Cuando un profesional de la imagen, como es mi caso, se pasa la mayor parte de las horas del día mirando, observando y escuchando a través de un objetivo, donde todo aparece en blanco y negro se puede llegar a perder la perspectiva, en la mayoría de las ocasiones te mantienes callada e inmune a todo lo que te pasa por delante, quizás sea esa la manera de protegerte y ser objetiva con lo que ves, pero hay veces en los que levantar la vista de ese objetivo te lleva a una realidad que es la realidad de las personas que tienes delante, que te hablan, te cuentan lo que sienten y algo pasa que de repente tu también te das cuenta de que empiezas a sentir...
Ver y escuchar como el agua se lleva lo poco o mucho que tienes, ver como el barro es sacado a cubos de los porches de las casas, observar el miedo de los que tienes delante por no saber lo que va a pasar, sufrir la impotencia de no poder hacer nada porque contra la naturaleza nada se puede hacer no es muy agradable.
Esto me hace recapacitar y ponerme en el lugar de los que hoy se han quedado sin nada; miento, el agua se ha llevado sus cosas materiales pero de lo que os doy fe porque lo he visto con mis propios ojos es que el río jamás se podrá llevar la unión, el compañerismo y la solidaridad de esta gente...
Ánimo Sádaba que el río no podrá con vosotros...http://lorenadomerlo.com
Mil besos y buen fin de semana
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