Veteranos de Camporrapado....

Camporrapado, y os preguntareis que es eso; pues bien es el nombre de mi pueblo, donde yo nací. Pertenece a la Provincia de A Coruña y está aproximadamente a unos 25 km de Santiago de Compostela. Si después de saber esto os sigue sonando a chino os doy permiso para que le llaméis “Skinfiel”, así, tal cual suena, que parece mas chic o lo que viene siendo lo mismo, más moderno. Así me bautizaron a mi hace diez años mis compañeros de piso cuando les dije de donde era.

Dejo a un lado la procedencia y voy a lo que voy.

“Camporrapado Veteranos” es un gran equipo de futbol, y digo bien cuando digo gran , pues lo forman unos 26 chavales, o no tan chavales. Sus edades van de 30 a casi 50 años, de ahí lo de veteranos . Su historia me enamoró nada más escucharla, pues el equipo se formó en un bar del pueblo llamado O Nervioso, posiblemente con unas cañas de más por cuatro amigos. Ellos pusieron  su propio dinero para las equipaciones del equipo, convencieron a los que hoy forman la plantilla para jugar, cada jugador  se paga su propia ficha, constituyeron los estatutos y después de dos años siguen manteniendo el espíritu vivo como el primer día. Ahora cuentan con el apoyo de los pequeños negocios del pueblo que les ayudan económicamente y moralmente, pues es público  incondicional y sufridor donde los haya.

No entrenan, o eso dicen, y yo me lo creo porque viendo su forma física no puede ser de otra manera.

Salen en cada partido los 26 jugadores que son, pues su liga no se agarra a los tres cambios por partido de la liga de primera división, discuten dentro y fuera del campo por las jugadas mal realizadas y lo más asombroso es que su amistad sigue intacta como el primer día, no varía, el futbol es así, lo que pase dentro del campo, se queda en el campo. Después del partido viene lo mejor, sus cenas y comidas donde se lo pasan en grande.

Cada jugador tiene una vida y una profesión al margen de este jobie , para que os hagáis una idea hay desde militares, guardias civiles,  ópticos, herreros, carniceros, electricistas, camareros y así hasta un sin fin de profesiones, donde cada sábado unen sus ganas de salir al campo y de pasárselo bien con un sólo objetivo: disfrutar y a ser posible ganar.

Me llama la atención que la generación de los hijos de los jugadores, niños de 4 años en adelante, animan desde las gradas a sus padres queriendo tomar el relevo. Esto significa a mi modo de ver que hay futuro.

Desde este rincón quiero darles la enhorabuena por su iniciativa, por esa subida de 3º de veteranos a 2º a punto de despegar a 1º en su categoría, pero sobre todo por lo significa  este equipo no sólo para el pueblo sino como valor humano: ganas, lucha, esfuerzo, espíritu, juventud,  y buen rollo , todo esto es igual a “CAMPORRAPADO VETERANOS”.

Enhorabuena chavales, da gusto tropezar con iniciativas así.

Mil besos...

Hoy más que nunca Lorena Do Merlo.