domingo, 1 de diciembre de 2013

Bienvenue París...

El día empieza temprano para ser sábado, es el día que aprovecho para dormir hasta las tantas, me encanta! Tengo que hacer un montón de cosas antes de irme, milagrosamente lo consigo. 
Salgo de casa,  creo que se me olvida algo , me reúno con mis compañeros, dividimos equipaje, Ryanair lo deja bien claro, una bolsa de viaje y maleta a facturar.  Como siempre que viajo con esta compañía no me libro del numerito en el aeropuerto  de cambiar equipaje de un sitio para otro. Es una de las muchas atracciones turísticas de esta compañía. 
Esta vez el viaje es diferente, viajamos a París.  
En la cafetería del aeropuerto, hablamos del guión, de lo que vamos a hacer, de como esta estructurado, una vez hayamos  despegado me toca mi parte, desglosar el guión literario y pasarlo a técnico, son muchas cosas y siento un poco de pánico a que se me olvide algo, esto me pasa a menudo, empiezo a acostumbrarme,lo repaso una y otra vez mentalmente para memorizarlo.
Cada uno esta con su momento, ese momento que pasa en cada viaje que hacemos, independientemente del destino, cuatro mundos distintos en un espacio reducido, esta vez es un avión.
Elsa duerme, y se pone una bufanda alrededor de los ojos, Juan come una de esas exquisitas lasañas que le ofrece la compañía, Martina lee uno de esos libros donde se puede aprender algo de francés en poco tiempo . A mi sin embargo se me ha dado por escuchar música, hoy estoy con Depedro, hace mucho que no lo escucho, cierro los ojos y trato de quedarme dormida.... 
Ya llegamos, toca coger el coche de alquiler y recorrer unos 100km para llegar al hotel.  Es tarde,  mañana nos espera un largo día. Repaso mentalmente el mío, sabía que se me olvidaba algo, mierda...

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