domingo, 22 de julio de 2012

Cuando el tiempo pasa...

Os voy a escribir una historia que escuché hace mucho tiempo y me cautivó.

Érase una vez , un viajero que llevaba mucho tiempo viajando alrededor del mundo escuchando y viviendo distintas historias que la vida le iba regalando. Un buen día llego a una pequeña aldea ( vamos a suponer que era gallega ) y como todas las aldeas lo más importante son la iglesia y el cementerio, por ese motivo nada más poner los pies en ese lugar decidió tomar un poco de agua de una fuente para coger fuerzas y visitar el cementerio.
Paseando por el medio de las tumbas  se dio cuenta de que algo raro pasaba en ese pueblo, pues la fecha que en estas ponía  era demasiado joven.  Un ejemplo era 6 años, 5 meses y 7 días. Él pensó que quizá los habitantes fallecidos en ese pueblo habían sido atacados por alguna especie de virus o enfermedad de esas raras y  que por eso los niños del pueblo habían muerto.
Con esto en la cabeza se dirigió a una casa cercana a pedir hospedaje, allí le recibieron dos ancianos  donde el paso del tiempo era delatado por las bellas arrugas que marcaban su rostro. Cenaron y antes de irse a dormir el viajero le preguntó por ese fenómeno tan extraño que había visto en el cementerio.
Los dos ancianos soltaron una gran carcajada que casi ofendió al viajero. Estos le explicaron que en ese pueblo habían decidido cuando la gente fallecía escribir sobre la tumba únicamente  el tiempo que esa persona había sido realmente feliz mientras había vivido, por eso era por lo que casi todas las tumbas tenían una fecha tan joven.
El viajero se fue a la cama pensando en lo que estos dos ancianos le habían contado y decidió superar todas aquellas fechas que había visto proponiéndose vivir feliz, pues se había dado cuenta de que él había vivido mucho pero que apenas recordaba los momentos felices…



Mil besos y hacerme un favor, no perdáis el tiempo en llorar y estar tristes...

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