Mira por la ventana y sonríe. Era la
mayor de 8 hermanos y por la época le tocó hacerse mayor cuando
apenas aún era niña. Sus vestidos eran de saco, no había para
comprarlos de tela y servían tanto para los pequeños como para los
grandes. A la cintura se le ataba un cordel, así el vestido se
ajustaba al cuerpo. Apenas había tiempo de ir a la escuela, siempre
fue una mujer con muchas inquietudes y se levantaba tres o cuatro
horas antes de la hora, de noche, para llevar las vacas a su
pasto, hacer las labores de casa y arreglar a sus hermanos.
Cuando
estaba en clase le costaba mantenerse despierta. Aprendió a leer y a
escribir, y que escritura, de esas que ya no quedan, con las letras
perfectamente terminadas donde cada una de ellas está hecha con un
cuidado como cual escultor con sus esculturas.
Lee, lee mucho,
periódicos, biografías de los monarcas, de los políticos, novelas
de amor, revistas, lo lee todo. Dice que le mantiene la mente
despierta y que su pena es no poder opinar sobre lo que a menudo
escucha, la "falta de oído" por momentos no le permite tener
todos los datos de la conversación. ¡Si opinase a mas de uno le
dejaría sin palabras! ...dice en ocasiones con ese tono burlón e
irónico que el paso del tiempo no ha conseguido robarle.
Mira por la ventana... donde
antes eran caminos ahora son carreteras, cuando antes se iba andando ahora se va en coche, donde antes las casas eran
de piedra y paja ahora son de ladrillo fino, donde antes la gente se
encontraba ahora se mantiene encerrada, donde antes los niños
jugaban ahora los perros ladran…
A ella por ser ella…
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