jueves, 27 de octubre de 2011

Sale el sol.


Me subo a un taxi  como algunas mañanas que voy a trabajar. Miro por la ventana y el día está triste, es la primera vez que llueve en Madrid desde hace  bastante tiempo. Las temperaturas han bajado y la gente va abrigada. Mi cabeza va pensando en otras cosas mientras mis ojos observan la ciudad . Laura, mi compañera de viaje en ese momento, me dice cual es  el destino  del trayecto.  Yo, muy rápida  pero poco inteligente pienso,-que mala suerte , hoy el día acompaña al tiempo-.
12 de Octubre, Séptima Planta, Oncología Infantil. Comenzamos a trabajar y a medida que avanzaba la entrevista yo me involucraba más en el tema. Sonia, la mamá de Súper Ricardo nos contaba a cámara como era su día a día con su hijo en el hospital, en qué consistía su enfermedad,  que riesgos se asumían, el tiempo que llevaban allí, las distintas operaciones sufridas, y todo esto, sin perder jamás la sonrisa a pesar del tiempo transcurrido desde el diagnóstico. 
No fueron sus palabras lo que me llamó   la atención, sino que fue su cara, sus ojos emitían un brillo especial que transmitía la verdad de sus palabras. Unas palabras alegres, esperanzadoras , optimistas,  llenas de amor y con la suficiente fuerza para abrazar a su hijo todos los días, hasta que salgan los dos cogidos de la mano por esa puerta por la que nunca debieron de haber entrado.
A la vuelta en  taxi, ya no llovía y había salido el sol.


                         
Aquí os dejo una imagen tomada desde el taxi. 

P.D. Hoy es el cumple de mi padre. Felicidades papá. 

Mil besos
                                          

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